lunes, 28 de diciembre de 2009

EN EL INTERIOR DEL BOSQUE


Novela policiaca con una tensión narrativa que solo se destensa al final. Este es el motivo por el que el lector lee cada página con la intriga necesaria para dormir cada día con el libro entre las sábanas.

lunes, 14 de septiembre de 2009

EL LIBRO DE LOS ABRAZOS. EDUARDO GALEANO.

Tenían las manos atadas, o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban, dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose alcanzaban a ver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido, ellos conversaban con las manos.
Pinio Ungerfeld me enseñó el alfabeto de los dedos, que en prisión aprendió sin profesor:
- Algunos teníamos mala letra- me dijo-. Otros eran unos artistas de la caligrafía.
La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito.
Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de la rejas o los pasos de las botas por los corredores. Fernández Huidobro Y Mauricio Rosencof, condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos, a través de la pared. Así se contaban sueños y recuerdos, amores y desamores; discutían, se abrazaban, se peleaban; compartían certezas y bellezas y también compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuestas.
Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

DESNUDO INTEGRAL




Creo firmemente que una de las cosas más difíciles del mundo es mirarle a los ojos a la vida que uno posee (o más bien, a la vida que le posee a uno). Eso es lo que hace Juan José Millás en este libro lleno de vivencias personales, cuya narración lo deja casi en cueros. En medio de ese amasijo de carne y hueso se descubre una mirada individual, personal, propia ,que ,hipersensible y analítica, aletea sobre el mundo de forma especial y a un hombre metalingüístico (si es que este adjetivo puede ser aplicado a las personas), que desnuda a las palabras hasta hacerlas enrojecer.

martes, 25 de agosto de 2009

viernes, 24 de julio de 2009

miércoles, 1 de julio de 2009

miércoles, 17 de junio de 2009

Oquedades en mi pecho


Nuestra casa,la de siempre,
hace mucho que no es la misma.
Yo le miro a la cara,
detenidamente,
como a un rostro que hace años que no veo
y al que trato de recordar,
logrando a duras penas reconocerlo.
Y me encuentro solo
huecos.Esparcidos por cualquier rincón:
sobre tu antigua almohada,
el respaldo de tu silla,
o el cojín de tu sillón.
Y ensordezco con el eco
de palabras que no nos dijimos
alrededor de la mesa
observando los agujeros de esta extensión desolada.
Revuelvo todas las cosas
en busca de alguna sombra
o algún reflejo vuestro
en el espejo.Me miro, os pienso, tropiezo
con un inmenso hueco
en el centro de mi pecho.

jueves, 11 de junio de 2009

LA DISTANCIA ENTRE LA REALIDAD Y EL DESEO



Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

LA POESÍA HECHA MÚSICA

SILVIO RODRÍGUEZ

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal,
ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo
ojalá que la
luna pueda salir sin ti
ojalá que la tierra no te bese los pasos
ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa ,la sonrisa perfecta
ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora, un disparo de nieve
ojalá por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos y en todas las visiones,
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora no de gritos que caigan en mi espalda
ojalá que tu nombre se le olvide a esta voz
ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado
ojalá que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y
flores
ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa, la sonrisa perfecta
ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora, un disparo de nieve
ojalá por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos y en todas las visiones
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

lunes, 8 de junio de 2009

FUGA DE CEREBROS


La travesía en coche hasta el trabajo da para mucho y hoy lunes, después de conocer el resultado de las elecciones gracias a una de mis voces radiofónicas preferidas, la de Juan Ramón Lucas, mi mente no hace más que divagar sobre el motivo por el que al final decidí no ir a votar: abulia, desgana, inapetencia, desilusión, incredulidad ... lo que me faltaban eran motivos para molestarme en dar un paseo con el fin de introducir una papeleta en un sobre. Y es que puedes dormir a la derecha o a la izquierda del colchón debido a que ese lugar te resulte más cómodo ,pero esto no le garantiza a uno conciliar siempre un buen sueño.
Pues bien, con las ideas agolpadas en mis sienes y convencida de que no votar podría ser interpretado como un castigo a la fantochada política de los últimos tiempos, me ocurrió con una columna de El País lo que a veces me ha pasado con ciertas canciones, que parecía estar escrita para mí: Juan José Millás, maestro en el manejo del binomio lenguaje-pensamiento, hablaba sobre el dilema moral del electorado ante la acción de votar. En mi caso no voté gracias a ese circunloquio político que nos lleva a ninguna parte y que se arrojan a la cara unos a otros, u otros a unos, lo mismo da. No les vendrían mal unas cuantas clases de español y algunas otras de franqueza.

EL ENCÉFALO
Qué dilema, Dios, el del contribuyente. O va a las urnas y da por buena una campaña que ha competido en zafiedad, incultura y mal gusto con los programas más tirados de la tele, o no va y permite que cada uno lea su abstención como le convenga. También puede ir y votar en blanco, pero tiene uno la impresión de que ese voto es una respuesta floja, inane, a la agresión intelectual de que hemos sido víctimas durante las dos últimas semanas. Se dice pronto: 15 días con sus telediarios, con sus mítines, con sus horas de radio, con sus cuñas publicitarias, con sus decenas de titulares periodísticos, de editoriales, de tertulias, sin que en medio de toda esa palabrería ( que ha costado una pasta) apareciera una sola idea. De haberla visto, habríamos corrido tras ella para atraparla o para que nos atrapara. El pensamiento es una conquista dura, una escalada. Y nada garantiza, por alto que hayas llegado, que no puedas precipitarte de nuevo a la barbarie. Que un pais con la historia de Italia vote a Berlusconi debería hacernos reflexionar. El mal está ahí, a la vuelta de la esquina. Y se puede caer más bajo todavía, no hay límites en el descenso a los infiernos, en la decadencia política, en el declive cultural.
Pues ya decimos, ni una idea en toda la campaña, ni un pensamiento organizado, nada. Unos por vocación, otros por torpeza, todos se han aplicado a la tarea de evitar la creación de un escenario donde fuera posible el trabajo del encéfalo. Da pánico asomarse al campo de batalla. Yo votaré, claro, pero al borde del desaliento, quizá por cobardía, por aquello del mal menor, pero también porque en la abstención percibo a veces cierta insuficiencia, cierto sentimiento de superioridad que no comparto. Ahora bien, al día siguiente de las elecciones habría que hacer algo, porque esta mierda no puede continuar así.

JUAN JOSÉ MILLÁS

martes, 2 de junio de 2009

DESDE EL OTRO LADO DE LA VIDA

Desde el mismo centro del ruido:
el de las palabras vacías,
los sonidos sin concierto
y las articulaciones huecas,
te contemplo.
Lejos del silencio en el que habitas,
alejada de este estrepitoso sol
de un amanecer cualquiera
lleno de voces
y de algunos ecos.

miércoles, 13 de mayo de 2009




Tomando nota.

martes, 7 de abril de 2009



EL AGUA NO SERÁ UN DERECHO HUMANO POR FALTA DE CONSENSO
El agua no será reconocida como un "derecho humano" en la declaración ministerial del Foro Mundial del Agua que se celebra en Estambul, debido a la falta de consenso por la oposición de varios países.

Cada día entiendo menos el mundo de los adultos en el que llevo instalándome años y en el que creo que nunca estaré cómoda. Voy a darme una ducha relajante a ver si se me pasa el sofocón.Qué vergüenza.

Blanca vuela mañana. Dulce Chacón.


El viernes ,en mitad de las prisas por comenzar las vaciones de Semana Santa, cogí al azar un par de libros del departamento de lengua de mi instituto, casualmente dos novelas de autores extremeños: una de Dulce Chacón y otra de Eugenio Fuentes.
Comencé por la primera, un relato que no necesita gran número de páginas para arrastrarte irremediablemente hacia la reflexión personal, lo cual no deja de ser una peligrosa aventura. Pero además de esta, la lectura de la obra de Dulce Chacón era para mí una deuda pendiente desde hacía años, cuando la ausencia obligada de la escritora dejó en el público,que desde hacía tiempo esperaba su presencia en un aula de literatura en Cáceres, una amarga sensación, al recibir poco tiempo después la noticia de su muerte.

domingo, 8 de febrero de 2009

SABOREANDO A GARCÍA MÁRQUEZ


El amor en los tiempos del cólera.

EL SOL CIRCENSE

Es sorprendete ver el Circo del Sol con aforo completo en medio la manoseada crisis. Contradictorio pero lógico si tenemos en cuenta que ayer todos nos alejamos de la realidad y viajamos hacia un lugar inventado que, por un momento,a muchos sirvió de escondite.Gracias.

ILUSIÓN


BELLEZA


RISAS


HISTORIA



EMPEÑO


COMPLICIDAD



SUEÑOS


SUPERACIÓN

sábado, 31 de enero de 2009

Elegía a Ramón Sijé. Miguel Hernández.

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería).

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


No sé cuántas veces he leído este poema y mucho menos las que lo volveré a hacer,pero cada una de sus lecturas siempre parece la primera.
Antes de perder a mis seres más queridos me removía cada uno de sus versos, ahora me sacude.

EL MUNDO ES UN PAÑUELO


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En pinzas para la manipulación de alimentos llegaron a convertirse mis dedos de opositora no hace demasiado tiempo, los folios entre mis manos. A veces llegué a creer que aquellos papeles plagados de ideas, que debían infectar mi cerebro, solo llegarían a convertirse en la extensión de mis extremidades superiores, pero finalmente mis manos parecieron recabar la información necesaria para terminar con el calvario: el despertador de las siete y cuarto, la exploración dentro del armario en busca de algún conjunto que siguiese alimentando mi fama de coqueta, la ducha, la ausencia de un buen desayuno , la travesía de media hora hacia el santuario de la docencia, el timbre de las ocho y treinta, el timbre de las dos y cuarto, el regreso de treinta minutos, la mesa puesta, el escaso reposo, las horas de estudio, la cena, el descanso nocturno y la vuelta a las siete y cuarto. Días, semanas y meses, no sé si años. Qué curiosa la elasticidad del tiempo, ¿verdad?, raquítica cuando una orden superior te obliga a estar en casa a las tres y las agujas marcan las dos y media, gigantesca cuando esperas en un hospital que algún milagro libere a un ser querido de las zarpas del minutero.
Son las cinco de una plomiza tarde de enero, comienza la quinta de las charlas semanales que forjan la varita mágica que me mudará definitivamente a un estadio superior, al de los funcionarios españoles. Parece que el mago de hoy se retrasa, las cinco y cinco, las cinco y diez … Sin chistera y sin conejo, para mi desilusión, aparece un hombre: lustrosos zapatos marrones, pantalón de pinza cuidadosamente planchado, jersey tostado sobre camisa de cuadros rojos . Su rostro, curtido por el paso de los años, esconde una mirada azul llena una expresividad que no me resulta del todo extraña, como si hubiese navegado en ella antes. Sin pretensiones, aquella figura, de la que apenas conozco la voz, me hace descender a un pasado reciente, el de la lucha cuerpo a cuerpo contra la oposición. Batalla en que la mirada se posaba sobre la vida tras un vuelo distinto: cada minuto libre era un pecado capital, el peregrinaje de garito en garito un sacrilegio, el día de asueto un paso más hacia el fin del mundo. En medio de tanta transgresión se encontraba el necesario y, por tanto, inocente, viaje en ascensor. Aquel despegue suponía los segundos más fascinantes del día: compartir un minúsculo habitáculo con cualquier desconocido, (por más que le doy vueltas no entiendo el motivo por el que un extraño me transporta a una pasada cotidianidad). En medio de tantos rodeos, repaso todos mis círculos sociales pero él no gira en ninguno de ellos. Fue entonces, al borde de la desesperanza, cuando vislumbré en el semblante de aquel desconocido a uno de mis taciturnos compañeros de viaje en elevador, el distinguido vecino del quinto.
Hola. Hola. Multitud de ocasiones me había cruzado con aquel hombre que rondaba los cincuenta, multitud de encuentros fugaces en la acera, en la puerta de entrada o en el rellano, coincidencias que engendraban en aquel desconocido una cara familiar, aunque debo admitir que entonces no hubiese logrado cerrar los ojos y describirlo, aunque me lo propusiese. Ahora el morador del piso número cinco aparece disfrazado de inspector de educación. El mundo es un pañuelo.